Sample Ambassador Post Title (ES)

En la cumbre de las embajadas de Estados Unidos en el mundo están los diplomáticos que tienen el augusto título de “embajador extraordinario y plenipotenciario de los Estados Unidos de América”.

Ya sea un diplomático de carrera, o alguien con una trayectoria en el mundo de los negocios, en el mundo académico o en cualquier otro lugar, que el presidente requiera a alguien para representar a Estados Unidos como embajador ante otra nación es el mejor trabajo al que se pueda aspirar y una honra para toda la vida.

No se trata de una posición que el presidente pueda designar a su antojo.

 La Constitución de Estados Unidos le concede al Senado el poder para asesorar y consentir en las designaciones para todos los principales cargos en el gobierno. Esto significa que el Senado debe confirmar el nombramiento que haga un presidente.

Una rigurosa revisión

Antes de nominar a un candidato la Casa Blanca revisa rigurosamente sus cualificaciones, finanzas, carrera profesional y vida personal.

Y eso es apenas el comienzo.

La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado hace una entrevista en privado a los nominados y después otra en una audiencia pública. Si todo va bien la Comisión aprueba la nominación y la envía a la plenaria del Senado para someterla a votación.

Sin embargo, cualquier senador puede frenar la nominación de un individuo indefinidamente. Cuando esto ocurre no suele ser a causa de las cualificaciones de la persona, sino debido a una disputa en materia de políticas que el senador tenga con la administración. El retraso puede ser frustrante, pero es parte de los “controles y equilibrios” constitucionales entre las ramas del gobierno estadounidense, que evitan que tanto el presidente como el Congreso lleguen a tener demasiado poder.

El freno puede durar meses y meses, pero cuando se levanta, la confirmación suele ocurrir pronto. Con frecuencia el Senado aprueba las nominaciones en grupo cuando se acerca el final de cada término.

Muchos distinguidos estadounidenses han servido como embajadores. Aunque ningún presidente de Estados Unidos ha ejercido ese cargo, que se comenzó a usar en 1893 con el título de “ministro”, seis futuros presidente sirvieron antes de 1893 como “ministros”, como se denominaba al principal enviado diplomático de Estados Unidos a otro país. La estrella infantil de Hollywood, Shirley Temple, llegó a tener una prolongada carrera en el servicio diplomático, culminando con el cargo de embajadora en Ghana y en Checoslovaquia. El economista John Kenneth Galbraith sirvió al presidente Kennedy como embajador en la India. Y actualmente Caroline, la hija de Kennedy, es embajadora en Japón.

Todos los embajadores desean llegar al nivel de Benjamín Franklin que, siendo ministro ante Francia de 1776 a 1785, es con frecuencia llamado el primer diplomático de la nación(en inglés). Cuando Thomas Jefferson, autor principal de la Declaración de la Independencia y futuro presidente de Estados Unidos, llegó a París en 1785 para asumir el cargo de Franklin, el ministro de Asuntos Exteriores de Francia le preguntó: “¿Es usted el reemplazo del dr. [Benjamín] Franklin?”, a lo que Jefferson respondió: “No, nadie lo puede reemplazar, señor; yo soy simplemente su sucesor”.